Cómo motivar a tus hijos a estudiar
¿Qué es la motivación?
La motivación es todo aquello que nos impulsa a hacer las cosas y nos permite alcanzar nuestras metas, si este impulso no existe no llegaremos a cumplir esos objetivos. Para hacer deporte, trabajar o estudiar se necesita de una motivación. A medida que crecemos estas motivaciones son más fáciles de identificar, le damos más importancia a los procesos de la vida, sin embargo, con los niños, niñas y adolescentes es un poco más complicado ya que ellos/as suelen esperar una gratificación más inmediata y pierden el interés con facilidad, por eso en este artículo veremos algunas estrategias para motivarles a estudiar.
Identifiquemos las motivaciones y desmotivaciones
Contar con un clima escolar y un ambiente de aprendizaje que responda a las necesidades de ellos/as es fundamental, por esto es importante informarnos sobre su proceso tanto en el colegio como en casa ¿cuentan con un lugar adecuado para concentrarse? ¿puede existir algún factor en el ambiente que les distraiga o impida desenvolverse adecuadamente?
Es importante sentarse a escucharles y reflexionar con ellos/as sobre aquello que les gusta y les disgusta de su rol como estudiantes, muchas veces el aumento de la dificultad en el proceso de aprendizaje puede frustrarles, o sus estilos de aprendizaje requieren de actividades más entretenidas o diferentes para entender un tema, la falta de motivación puede ser una consecuencia del cansancio, de la dificultad para concentrarse, de la falta de interés por una determinada asignatura, etc.
Lograr identificar, como familia, sus motivaciones y desmotivaciones es el primer paso para poder actuar sobre ellas, potenciando las motivaciones y trabajando en las desmotivaciones.
Buscando soluciones
Cada estudiante tiene necesidades, intereses y tiempos de aprendizaje diferentes. No te preocupes si hasta el momento su motivación por el estudio era buena y ha cambiado porque esto puede ser una señal de un proceso de búsqueda nuevo que se adapte mejor a sus necesidades, cambios de edad, etc. Tú le conoces, así que puedes intentar despertar su curiosidad e incentivarle con aquellos temas que llaman su atención, ya sea con salidas a museos, ferias de carros o actividades en las que puedas mostrarles que para hacer determinadas cosas es necesario aprender sobre ciertos temas y por ende estudiar.
¿Qué ejemplo le estás dando?
Reflexiona un poco sobre tu propia opinión acerca de la importancia de estudiar e incluso qué tan motivado/a estás sobre tu trabajo, los mensajes que consciente o inconscientemente, al hablar con familiares o amistades, dejas sobre el valor que se le da al estudio en la actualidad y sobre qué tan satisfecho/a te sientes con tu trabajo es algo que tus hijos/as pueden aprender.
A partir de esos comentarios ellos/as también pueden motivarse o desmotivarse sobre su colegio, estudiar y a futuro trabajar. Por ello intenta siempre enviar mensajes positivos sobre su colegio y proyéctales hacía la etapa universitaria. Cuando los/as niños/as ven que sus padres se interesan por lo que ocurre en la escuela, tienen buena relación con profesores, hablan bien de ellos/as y del colegio, tiene una actitud positiva frente a la importancia de los estudios, sus hijos/as se sienten en un ambiente más cómodo.
Estructura y organización
Para adquirir hábitos es muy importante generar rutinas, es importante evaluar si se cuenta con un plan de estudio, si es así reevaluar cómo este plan puede adaptarse mejor a las nuevas necesidades de cada niño/a, si por el contrario no se tiene un plan de estudio crearlo es una tarea crucial. Este plan debe contemplar un horario en el que deben completarse los deberes cada día, establécelo con él/ella, escucha sus razones para proponer determinado horario y si tú piensas diferente intenta negociar en un tono conciliador en donde tanto ellos/as como tú pueden ceder.
Ayúdales a definir las prioridades (puede ser por fecha de entrega o asignatura) para que después lo pueda aplicar por sí solos/as. Establezcan un tiempo para dedicar a los deberes, a descansos y a actividades alternativas (intervalos y duración).
Por último, te recomendamos que les refuerces constantemente, y que, aunque no siempre sea fácil, o identifiques que su empeño en estudiar no ha sido el más alto, no olvides rescatar las cosas buenas y los avances por encima de las debilidades. Para ello puedes probar con frases como:
¡Pídeme ayuda cuando lo necesites!Cómo motivar a tus hijos a estudiar
¡Estoy aquí para ti!Cómo motivar a tus hijos a estudiar
¡Estoy segura/o de que lo vas a conseguir!Cómo motivar a tus hijos a estudiar
¡Cada día estás mejorando más y más!Cómo motivar a tus hijos a estudiar
¡Lo estás haciendo muy bien en el cole!Cómo motivar a tus hijos a estudiar
¡Te mereces lo mejor por tu esfuerzo! Cómo motivar a tus hijos a estudiar
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