Comprensión lectora para niños.
Frecuentemente en los colegios nos encontramos con el reporte de que nuestros hijos/as no saben leer, quizás tienen buen desempeño en clase, cumplen con sus deberes, pero en el momento en el que se enfrentan, solos, a un examen el rendimiento no es el esperado a pesar de que eres testigo de cuanto estudio. Por el contrario, también se presenta bajo rendimiento académico a causa de una desmotivación marcada por el estudio; tanto en la primera situación como en la segunda se pueden identificar diferentes razones, una de ellas, sobre la que nos referiremos en este artículo, es la dificultad en la comprensión de los textos que leen.
1. Entrenamiento de procesos y habilidades cognitivas
Para la primera situación resulta de vital importancia atacar dicha dificultad de raíz dado que el/la estudiante aún se encuentra motivado/a hacía el estudio, al cumplir sus responsabilidades y preparar sus exámenes, entonces la falta de comprensión puede convertirse en un sentimiento de frustración que poco a poco los/as terminará alejando de esa motivación.
Mientras que en la segunda situación se debe entrar a trabajar en un empoderamiento del estudiante que le permita darse cuenta que la labor no es tan compleja como parece y acercarse a ella relacionando sus gustos por temas particulares, allí debe existir un tema de autoconocimiento, saber qué me gusta, qué disfruto y qué no, así como, para las dos situaciones, un entrenamiento de procesos y habilidades cognitivas.
2. Los obstáculos
Los obstáculos para que nuestros niños/as logren comprender un texto están marcados por vacíos cognitivos en los procesos de lenguaje y pensamiento necesarios en la comprensión, y que, si bien pudieron ser entrenados en fases tempranas, quizás no se relacionaron de forma adecuada con el proceso lector y allí se produjo una ruptura.
Comprender un texto implica, por ejemplo, el desarrollo de una riqueza en el vocabulario, de allí la importancia de identificar sinónimos y antónimos; también involucra identificar secuencias de acontecimientos; establecer relaciones entre elementos semejantes dentro del mismo; desarrollar una lógica verbal, temporal y numérica; identificar temas centrales, categorías y subcategorías de este; entre otros aspectos relevantes, todos ellos inmersos en los procesos cognitivos ya mencionados.
Las deficiencias en estos procesos y su relación con la comprensión lectora son las que ponen en aprietos a estudiantes y padres.
Son estas bases las que van a permitirle a los niños/as un mejor desempeño en todas las asignaturas, incluyendo las matemáticas, en donde, la mayoría de las veces los inconvenientes vienen de la organización de la información y la comprensión de las operaciones que se deben realizar; también les será posible alcanzar diferentes niveles de lectura, en inicio la literal, en donde se busca que él/ella recuerde los acontecimientos más relevantes mencionados en el texto y, en segunda instancia, la inferencial que le permite deducir, a partir de lo que está explícito y claro en el texto, hechos que pueden desencadenarse.
Para ello se sugiere, en primer lugar retomar el entrenamiento en esos procesos cognitivos, así como tomarse el tiempo para leer junto a ellos/ellas solicitando reportes de lectura desde lo más sencillo e ir aumentando la complejidad hasta no quedarse solo con lo que dice en el texto, ir más allá, con creatividad e imaginación, herramientas que posibilitarán, a futuro la adquisición de una lectura crítica y argumentativa que deberán lograr un poco más adelante. En todos estos temas IPLER es el mayor aliado con que pueden contar los/las estudiantes y sus padres ya que llevamos años identificando y satisfaciendo estas dificultades.