Cómo redactar un texto
Redacción de textos
Escribir es un arte, una destreza que constituye toda una ardua labor, tenemos dificultades en comunicar nuestras ideas, en encontrar las palabras adecuadas, en darles el tono y el sentido que deseamos; estas dificultades están relacionadas en primer lugar con escaso vocabulario, derivado del nulo hábito de lectura, y en segunda instancia con poca práctica.
Estrategias para redactar
Aunque resulte difícil de creer, como muchos ámbitos de la vida, el éxito en un texto radica en estructuración y orden; a mayor claridad del tema que se desea exponer mayor facilidad en la organización del mismo.
En este sentido para plantear un texto lo principal es tener claro el tema sobre el que se escribirá y de allí los subtemas que se desprenderán del mismo; con el bosquejo general es posible determinar las ideas principales y las secundarias que se abordarán en cada párrafo. Adicionalmente es importante tener en cuenta: uno, aquello que se quiere comunicar y dos, los diferentes tipos de párrafos (introducción, transición, listado de hechos, conceptos, conclusión, entre otros) que se podrían implementar.
Finalmente, a diferencia de lo que se cree, una vez se tiene el escrito no termina la labor, ya que en temas de redacción resulta vital la segunda revisión que se hace del contenido, allí es donde realmente se identifican errores de tipo de lenguaje, redundancias (es importante que, a lo largo de un texto, no se repita, más de dos veces el mismo concepto, y durante un párrafo, más de una vez la misma palabra), coherencia, cohesión, puntuación y demás; ese es el momento donde se pule, organiza y en realidad finaliza el documento.
El proceso más complejo de adquirir es el de lograr coherencia y cohesión, ¿cómo suena cuando se lee?, ¿si transmite lo que se espera?, y esto no se adquiere más que con la práctica y la lectura, aunque suene cliché, el primer paso para ser un buen escritor es ser un buen lector.
Teniendo en cuenta la información anterior es posible realizar un texto desde lo más sencillo hasta lo más elaborado, por ello también debemos plantear qué tipo de texto deseamos o necesitamos escribir (narrativo, informativo, expositivo, argumentativo); aunque antes de esto debemos determinar cómo se encuentra nuestro vocabulario, ¿es amplio o limitado?, ¿qué tanto manejo de signos de puntuación poseemos?, ¿usualmente se nos facilita plasmar nuestras ideas por escrito?, ¿cuando profesores, compañeros y/o padres me leen entienden lo que deseo comunicar?
Todos estos son interrogantes que deben resolverse y suplirse antes de sentarse a realizar la difícil labor de producir un pasaje, se puede iniciar la tarea escribiendo desde historias sencillas, a edades tempranas, e ir subiendo el nivel de complejidad gradualmente, y por supuesto siempre se puede buscar asesoría y guía extra, que nos permitirán perfeccionar esta habilidad tan necesaria en la vida académica y tan enriquecedora en la vida cotidiana.
