Es normal que durante ciertos periodos del año las calificaciones no sean satisfactorias; sin embargo, antes de tomar una decisión para mejorar el rendimiento académico en matemáticas es importante que sepas cuál es la razón que genera dicho problema.
Ayuda a tu hijo mejorar el rendimiento académico
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¿A qué se debe el bajo rendimiento de tu hijo en matemáticas?
A continuación te presentamos cuatro posibles razones para que identifiques el porqué del bajo rendimiento de tu hijo en matemáticas.
-De orden social: cuando el ambiente en el que vive el niño no manifiesta ninguna valoración de sus logros académicos.
-De orden fisiológico: cuando el bajo rendimiento es resultado de problemas auditivos, visuales o motrices.
-De orden pedagógico: cuando el niño está en un nivel escolar distinto al que le corresponde o tiene algún problema que entorpece su proceso de aprendizaje, como la dislexia, la disgrafía, entre otras.
-De orden emocional: cuando es resultado de problemas emocionales o sicológicos y, en este caso, los adultos tenemos mucho que ver, ya que uno de los principales motivos para que un niño fracase en este mundo tan competitivo en que vivimos en el afán excesivo de padres y profesores de que sea un triunfador.
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¿Qué hacer para ayudarle a tu hijo a mejorar su rendimiento académico en matemáticas?
Es importante que determines una disciplina de estudio, de lo contrario, tu hijo no mejorará su rendimiento en matemáticas; para eso te recomendamos programar horarios específicos, esto le ayudará a tener una mayor concentración, una habilidad que las ciencias exactas requieren en mayor nivel, respecto a las humanidades; es decir que delimitar las actitudes de tu hijo mediante un horario le exige centrar su atención.
A partir de los tiempos podrás motivar a tu hijo con salidas o permisos. Si no determinas labores específicas para cada tiempo, no habrá metas por cumplir y por lo tanto no habrá lugar a incentivos, positivos o negativos. Si se presenta un cambio de planes, ¡hazlo! aunque procura evitarlos. No olvides explicarle por qué lo hiciste para que haya lugar al diálogo y a la negociación.
Otra ventaja de crear rutinas es enseñarle a tu hijo a que sea independiente y a que siga las tareas sin depender totalmente de ti; además, el progreso académico en matemáticas requiere:
-Un seguimiento detallado de tu hijo, en qué progresa y qué es lo que aún se le dificulta.
-Señalar y resaltar su progreso, por mínimo que parezca.
-Exaltar su esfuerzo e interés en cualquier tema, incluyendo los que se consideran más sencillos o de “menor importancia”.
-Invitarlo a investigar, profundizar o consultar más acerca de un tema que le haya causado interés y que esté estudiando en el momento.
-Demostrarle un genuino interés por los temas que parecen complejos a partir de la realidad; es decir que deberás buscar ejemplos perceptibles por él para que entienda el porqué de estudiar con interés las matemáticas
-Al revisar sus calificaciones, dale mayor importancia a las notas sobresalientes o buenas, deja en segundo plano los malos resultados.
-Asegúrele que sobre cualquier resultado, (bueno o malo) en sus estudios, es una persona única y muy valiosa.
Finalmente, es importante que utilices un método específico para que tu hijo aprenda. Enséñale que con solo seguir un método de estudio todo es más fácil y que tendrá más tiempo para hacer otras cosas. Identifica qué métodos le resultan útiles y divertidos para aprender, repasar o preparar exámenes [revise aquí nuestro artículo con las estrategias más útiles de método de estudio]
Recuerda que conocer a tu hijo es esencial para saber la forma adecuada de encontrar su motivación para estudiar matemáticas; conocerlo solo es posible si compartes con él tiempo suficiente, de lo contrario será difícil el diálogo, que lleguen a acuerdos y que se propongan metas juntos. Antes de sancionarlo, dile por qué lo haces y la forma de corregir su error.
