¿Cómo programo las vacaciones de mi hijo?
La semana de receso es un buen lapso para que tu hijo aproveche el tiempo, descanse y se divierta; por eso, sabemos que estás planeando su descanso y para ayudarte, hemos querido ayudarte con este artículo en el que encontrarás algunas recomendaciones que no pueden faltar en tu cronograma. (Revisa aquí nuestro artículo: Actividades lúdicas para niños).
Ya habrás escuchado que descansar es cambiar de actividades, por eso es importante que te organices y que planees con tu hijo un calendario con tiempos específicos. Hacerlo con él te garantizará que él lo cumpla, incluso si no lo acompañarás durante la semana. (Revisa aquí nuestro artículo: Vacaciones recreativas: 4 aspectos a tener en cuenta)
1. Nunca dejes de lado el estudio
Tu hijo siempre presentará debilidades en alguna asignatura. No te asustes, esto es normal en su proceso académico. Reforzar la asignatura en la que tu hijo no ha logrado tener buenas calificaciones será muy útil; por supuesto, no asignes más de tres horas diarias al estudio, de lo contrario, sentirá que estás invadiendo su tiempo de receso.
Si consideras que durante la semana de receso tu hijo, definitivamente, debe distanciarse de esa asignatura en la que no le va bien, refuerza en él competencias que le resultarán útiles en todas las áreas; la lectura, por ejemplo, le ayuda a tu hijo a mejorar la concentración, la memoria, la disciplina y el razonamiento. Encuentra un curso de lectura para niños, de lectura rápida o comprensiva personalizado que le ayude a reforzar sus habilidades lectoras.
Pero si tu hijo prefiere las ciencias básicas, busca cursos de matemáticas para niños o cursos de prematemáticas. Estos programas, generalmente, diseñan planes de estudio especializados que detectan en tu hijo sus facultades para potencializarlas y fomentar en él nuevas habilidades, como el análisis, el razonamiento, la asimilación de contextos, la lógica, la concentración, entre otras.}
2. Piensa en qué le gusta hacer
Dale a tu hijo alternativas con base en lo que a él le gusta. No pretendas que cumpla un cronograma por el que no se siente motivado. Piensa en los temas que le atraen y programa con él películas, cuentos, salidas a parques temáticos, caminatas, entre otras.
3. No dejes de lado la recreación
Los programas de recreación en vacaciones, bien sea de aprendizaje o de ocio, le permiten a tu hijo conocer nuevos amigos, nuevos ambientes y vivir nuevas experiencias. Puedes estar seguro de que tu hijo siempre asociará lo que aprende en nuevos espacios a su cotidianidad.
El deporte es esencial y siempre se incluye dentro de los planes de recreación. Mantener a tu hijo en movimiento le permite oxigenar su cerebro, reducir sus niveles de hiperactividad y, por consiguiente, mejorar la concentración.
Las manualidades también hacen parte de los planes para la semana de receso, aunque no lo creas, obligan a tu hijo a evitar distracciones, tener atención selectiva y mejorar su motricidad.
4. El contacto con la naturaleza
A los niños les gustan las plantas y los animales. Prepáralo para que vaya a visitas guiadas a los zoológicos, algunos planes incluyen campamentos diurnos. Programa planes con tu hijo al aire libre. Intenta transladar algunas actividades al parque: pintura, comidas, ejercicio e incluso, videojuegos portátiles. Esto le permitirá cambiar de epacio y encontrar nuevas alterntivas de diversión.
5. Comparte tiempo con él
Procura acompañarlo en algunas de las actividades que planeaste con él. Si dispones de tiempo, no dudes en llevarlo contigo. A los niños les gusta hacer cosas de adultos, por eso, prueba cocinando con él platos sencillos, realiza labores del hogar, aprovecha para enseñarle a reciclar o pídele ayuda para escribir cartas a algún amigo. Recuerda siempre cumplir los acuerdos que pactan. Estimula su comportamiento con incentivos, sin permitir que dependa de un premio para cumplir sus responsabilidades.