Lograr la disciplina que quieres en la lectura.
Sabemos que conoces la necesidad de tener un hábito constante de lectura y también sabemos que has intentado muchas veces ser disciplinado; sin embargo, hay un sinnúmero de cuestiones que nos suelen distraer de ese objetivo; por ejemplo, las tareas pendientes, las tecnologías, las redes sociales e incluso, la incomodidad del lugar en el que se lee.
Lo importante es hacer conciencia de que nunca es tarde para logar un hábito adecuado de lectura. Ten en cuenta cada una de las recomendaciones de nuestros expertos en lectura comprensiva para que logres la disciplina que siempre has querido. Ten presente que debes seguir esta guía paso por paso para que logres tu objetivo.
1. La motivación no es solo un sentimiento
Ten presente que la motivación incluye la disposición de todos los elementos que necesitas para empezar a leer:
- ¿Cuándo? Probablemente no has pensado en fijar un horario, sino que has empezado a leer sin reparos. No olvides que la organización del tiempo en las disciplinas es indispensable. Encuentra un lapso del día en el que puedas leer. Si te distraes fácil, piensa en qué momento, por pequeño que sea, puedes estar en silencio y soledad, por lo menos en principio; con el correr del tiempo, verás cómo la lectura mejora la concentración, solo con practicarla constantemente y cuando logres tu disciplina verás que leer bien en un lugar público no es imposible.
- ¿Dónde? Asegúrate de que el lugar sea adecuado. No hay una regla general para escoger un lugar, pues contrario a lo que muchos creen, la lectura en sitios públicos no es superficial. En estos lugares puedes lograr una lectura a profundidad siendo constante; incluso, podrás mejorar la concentración y desarrollar otro tipo de habilidades. Encuentra el lugar en el que más sientas comodidad.
- ¿Qué? Si has intentado leer el libro de una serie, novelas, o cualquier tipo de libro muy extenso, prueba con uno más corto. Hay muchos tipos de texto que también te pueden gustar. Revisa artículos científicos, artículos de revista, columnas de opinión, ensayos, informes de entidades que te interesan, entre otros.
2. Administra el tiempo
La planeación del tiempo es la clave para lograr una correcta disciplina en la lectura. Repite estos consejos durante dos meses. Después de este tiempo, puedes sentirte en libertad de administrar tu tiempo, pues ya habrás logrado una rutina de lectura. Lo que restará es conseguir un buen texto.
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La prueba:
La tendencia de muchas personas a la hora de mejorar su disciplina en la lectura es fijar tiempos y tratar de cumplirlos. El problema de este gran reto es que no se tienen en cuenta las capacidades específicas de cada persona. El primer día de tu entrenamiento, siéntate a leer y cuenta cuánto tiempo puedes hacerlo con absoluta concentración. Ese tiempo será la pauta para empezar con tu entrenamiento.
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La primera semana:
Emplea el mismo tiempo de la prueba durante una semana y a la misma hora; por ejemplo, si hiciste la prueba a las siete de la noche y tardaste diez minutos sin distraerte, deberás leer todos los días de la semana a la misma hora, durante diez minutos. Esto te permitirá crear la rutina de lectura, pues en principio, lo más importante es que hagas conciencia de que debes destinar tiempo a esta actividad. Con el tiempo, simplemente te resultará necesario hacerlo, sin necesidad de programarte de manera consciente y en momentos específicos.
Si por algún motivo te desconcentras, sé constante y vuelve a empezar. Hazlo hasta que logres la concentración que necesitas y cumplas con el tiempo de buena lectura que te propusiste.
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La segunda semana:
Repite la prueba al inicio de la semana. Es muy probable que el nivel de lectura aumente y que tengas un mejor tiempo de concentración. De no ser así, debes empezar de nuevo todo el entrenamiento, hasta que obtengas un resultado superior al de la anterior semana. Recuerda que el objetivo es aumentar progresivamente tus tiempos y tu concentración, pues recuerda que para tener disciplina al leer necesitas de tiempo y de comprensión. El tiempo se logra con disciplina y la comprensión, con concentración.
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La tercera y la cuarta semana
En la tercera semana, repite el procedimiento de la segunda semana. En la cuarta, duplica este último tiempo y así habrás logrado una disciplina de lectura. Recuerda siempre que es necesario mantener la concentración para comprender los textos de forma integral.
Después de un mes de entrenamiento habrás:
Encontrado el momento adecuado del día para leer;
Mejorado tu concentración en un 200 %;
Desarrollado la disciplina necesaria para empezar a ser un lector competente;
Aumentado tu vocabulario;
Mejorado tu memoria visual;
Aprendido de lo que te gusta.
3. Escoge un buen texto
Para hacerlo, ten en cuenta:
a). Escoger un texto que te guste. Ten presente que no importa el tema. Lo único que importa es que te guste tanto que puedas dejar de hacer otras cosas por leerlo. Las modas pasan rápido y por es importante que te mantengas en los temas que te gustan más que en las tendencias, porque este será tu verdadero aprendizaje.
b). Define y evalúa las ventajas que, según tu criterio, tiene la lectura digital y la lectura de los libros impresos. Escoge cuál prefieres, pero ten presente que los dos tipos de formatos te aportan grandes beneficios.
c). Para escoger un buen libro hay recursos virtuales como www.goodreadings.com; este portal se dedica a sugerir textos similares a los que te han gustado, genera reseñas y calificaciones de los libros más leídos; además podrás segmentar el contenido por áreas de interés y por géneros.
d). Evalúa el autor. Antes de perder tu tiempo en libros que te van a desencantar, fíjate quién lo escribe. Lee reseñas positivas, negativas y evalúa si leerlo o no.
Sigue estos pasos constantemente y si en algún momento pierdes la constancia, recuerda que lo más complicado es generar la disciplina. Después de tenerla, cada día te irás a dormir con un nuevo aprendizaje.
