Las personas que son capaces de identificar las emociones y saben gestionarlas poseen inteligencia emocional.
Las emociones:
Las emociones forman parte de la vida de las personas desde nuestro nacimiento, acompañan, motivan, desmotivan e inciden fuertemente en nuestro comportamiento. Los sentimientos y las emociones están siempre presentes en cualquier situación, e impulsan la manera de ser, hacer, sentirse y relacionarse de cada quien.
La inteligencia no se limita a lo académico
Cuando hablamos de inteligencia casi siempre hacemos referencia a la capacidad de aprender y razonar de las personas. Pensamos en matemáticas, historia, filosofía o química, pero no en las habilidades sociales o en las emociones. Pero, ¿cómo podríamos aprender todos esos temas que responden a lo académico si no controláramos la frustración que trae consigo un tema difícil? ¿O la simple asimilación de que al profesor/a se le debe prestar atención mientras explica para lograr entender lo que pretende enseñarnos? Y más aún poder controlar el estrés, los nervios y la ansiedad que generan la presentación de un examen definitivo. Pues bien, sin inteligencia emocional no podríamos hacer todas estas cosas.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Las personas que son capaces de identificar las emociones y saben gestionarlas poseen inteligencia emocional. Un tipo de inteligencia que no suelen enseñarnos en el colegio, y que quizás por lo mismo a muchos padres/madres/cuidadores les es difícil aplicar y con ello enseñar, pero que es sumamente importante como el propio lenguaje.
Es difícil encontrar una definición sobre la inteligencia emocional. Algunos investigadores la definen como la capacidad de gestionar las propias emociones y reaccionar con los demás, de ahí su importancia en las interacciones sociales.
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¿Por qué es importante la inteligencia emocional?
Por ello las personas que carecen de inteligencia emocional o no poseen grandes conocimientos en esta materia, a lo largo de sus vidas tendrán más problemas para la resolución de conflictos, conocer las necesidades de los demás, ponerse en el lugar de otros/as (empatía) y saber gestionar las emociones para que no interrumpan sus vidas. Una buena gestión de las emociones es fundamental para las relaciones sociales saludables y de calidad. Cuando no se tiene consciencia de su influencia las emociones pueden generar reacciones desagradables, poco asertivas, que hieren a los/as demás y nos hacen sentir mal a nosotros/as mismos/as.
La importancia de potencializar aquello que se nos dificulta
Dentro de nuestra diversidad humana contamos con fortalezas y debilidades. Si la inteligencia emocional, es decir regular y manejar nuestras emociones de forma asertiva, tanto para nosotros/as mismos como en nuestras interacciones, nos resulta complicado, e incluso nos sobrepasa, lo último que debemos pensar es que todo está perdido o que los/as demás deben aceptarnos tal y como somos, cuando siempre se tiene la opción de mejorar, no importa la edad. En cuanto a la inteligencia emocional ten en cuenta que, como cualquier otro tipo de inteligencia, puedes mejorarla.
Algunas habilidades necesarias para la inteligencia emocional
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Autocontrol
Para hablar de inteligencia emocional es importante desarrollar algunas habilidades tales como el autocontrol, que consiste en pensar antes de hablar o de actuar, reflexionando y controlando los impulsos.
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Autoconocimiento
El autoconocimiento, identificando qué nos puede afectar, cómo nos afecta, cómo solemos actuar frente a ello y así poder controlarlo.
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Empatía
La empatía, al ser capaces de ponernos en el lugar de los/as demás, analizar sus emociones, gestos y comportamientos, analizando las posibles razones que les lleva a ello, pero también, ser capaces de ser objetivos para responder de la mejor manera sin dejarnos llevar por nuestras propias emociones.
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Escucha activa
La escucha activa, al percibir no sólo lo que la otra persona está expresando directamente sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que está intentando expresar.
Las habilidades sociales, ya que es importante saber comunicar, tener paciencia, estas habilidades son muy importantes ya que gracias a ellas somos capaces de desarrollarnos personal y profesionalmente.
Lo que suele suceder es que a pesar de tener todo lo anterior claro, en el momento en que surgen tus emociones se te dificulta poner en práctica algunas de las habilidades mencionadas, o quizás todas juntas, en todo caso ten siempre presente que contar con apoyo de personas que dominan el tema es una gran opción para alcanzar tus objetivos de forma más confiable y contundente.
