La importancia de la lectura crítica
La lectura critica en la educación
El que sigamos ocupando los puestos de deshonor en las mediciones internacionales sobre la calidad educativa en el país, como las pruebas Pisa, es una evidencia fehaciente de la necesidad inminente de reevaluar nuestro sistema de enseñanza. Y sí, es de reconocer que en el último año (2017) se presentó una mejora sensible respecto a años anteriores y en comparación con los países de la región, pero innegablemente aún estamos lejos del promedio mundial y ni qué decir de los primeros lugares en el ranking. Te puede interesar el siguiente artículo: 5 maneras de comprender mejor los textos.
Las falencias del sistema educativo
Es de resaltar que los ejes transversales de estas pruebas son el razonamiento y la comprensión, siendo este último factor, tristemente, el que más se da por sentado en las escuelas y por consiguiente, el que menos se trabaja. Así como se plantea que el sentido común es el menos común de los sentidos, la comprensión de lectura y la lectura crítica son las áreas menos comprendidas de la educación. De hecho, nuestro sistema educativo está diseñado para atiborrar a los estudiante de conocimiento, lo comprendan o no, en un modelo que privilegia la memoria y casi “castiga” la creatividad. La respuesta esperada es única e inequívoca, estandarizada e incuestionable.
¿Por qué es importante la lectura critica?
Es por ello que los jóvenes en la secundaria se acostumbran a estudiar para “pasar” los exámenes, pero con el transcurrir del tiempo recuerdan muy poco de los temas, no ven la importancia de la lectura crítica; así al tratar de estructurar el conocimiento con el conocimiento previo se generan vacíos, pues desafortunadamente no hay una conceptualización de lo aprendido, sólo una recordación momentánea, un resonar en el vacío. Lo bien aprendido nunca se olvida, y hay que reconocer la incansable labor de cada docente en el país ¿podríamos culparlos de esta situación? o ¿son los muchachos los que son incapaces de aprender y sobretodo de comprender?
Ni lo uno ni lo otro. Los maestros al verse sometidos a trabajar con el ritmo del promedio, descuidan tanto a los que están por encima como a los que están por debajo, asumiendo que si la mayoría acierta en la respuesta, se logró el objetivo de transmitir el conocimiento, y sin mayores herramientas de evaluación que la repetición de preguntas contingentes y criterios de calificación subjetiva. Por el volumen de estudiantes, no es posible atender las necesidades particulares de cada uno. Sus procesos de aprendizaje están supeditados a si hacen méritos para una aprobación y no a si conceptualizaron los contenidos.
Si es así para la lectura comprensiva, ni hablar de la lectura crítica. Es una utopía reservada para aquellos que logran llegar a una buena universidad, en una carrera que lo requiera; después eso sí, del choque y la frustración por esta incapacidad. La lectura crítica es ese nivel de apropiación de la información que permite tomar una postura y plantear argumentos, esgrimiendo razonamientos y presentando la información como un postulado elaborado.
Es el ideal de las discusiones académicas, poder blandir ideas construidas a partir de elementos sólidos y no de simples rumores e impresiones. ¡Cuánta falta le hace a nuestra nación, gente capacitada para pensar de esta manera! lejos de los apasionamientos doctrinales o los condicionamientos sociales. La lectura crítica es una necesidad latente que debe ser cultivada, pero lejos de ello, parece que los insumos requeridos para su cuidado aún no están a la vista.
Si deseas mejorar tu lectura crítica o el de tus hijos, te invitamos a realizar el Curso de Lectura en IPLER.
Ricardo Andrés Gómez.
Psicólogo Universidad Nacional de Colombia
Profesional Profesor IPLER