1. ¿Cómo utilizar el contacto visual?
En primer lugar, vamos a hablar del contacto visual, es muy común, e incluso normal, sentirse observado/a en exceso al momento de realizar una presentación, ya que somos el centro de atención, un aspecto que es muy importante retener a lo largo de la exposición.
Si lo anterior te hace sentir incómodo/a piensa en que lo normal que es que el auditorio esté pendiente de ti, intenta normalizar la situación y empieza por hacer contacto visual, directamente a los ojos, durante algunos segundos, con aquellas personas que te hagan sentir más cómodo/a para luego ir observando a los/as demás asistentes, evita enfocarte en objetos como los apoyos visuales (la presentación de power point), el techo, el piso, puntos muertos en el horizonte, ya que esto le restará seguridad a la presentación y solidez al discurso.
2. Los gestos
Otro elemento que puede atraer la atención del público usando tu lenguaje corporal, o en su defecto perderla, son los gestos, aquellos estímulos visuales que le enviamos a nuestro público, que al ser sobrios y acordes ratifican, pero al ser exagerados y desincronizados brindan un mensaje poco fiable del contenido y muy revelador sobre el estado en el que nos encontramos, así que la recomendación es estar los más preparados/as posible.
Esto incluye sentirnos cómodos/as con nuestro atuendo, donde nuestros accesorios (gafas, prendas, peinado) no interfieran con el proceso de atención, movimiento de las manos para señalar el material de apoyo o acompañar el discurso con una narración sensata por parte de estas, lo que significa no hacer movimientos exagerados y distantes del cuerpo, repetitivos y desmedidos, por ejemplo se puede acompañar la numeración de varios elementos de una lista con los dedos, aclarar aspectos de jerarquías, etc.
No es recomendable sujetar una mano con la otra, esconderlas detrás de la espalda o en los bolsillos y/o cruzarse de brazos. Un ejercicio interesante y efectivo consiste en practicar frente a un espejo y grabar algunos intentos con el fin de evidenciar posibles errores por omisión o exceso, planear nuevos movimientos estratégicos, también ayuda conocer de antemano el lugar en el que se realizará la presentación y llegar con tiempo a favor para reconocer la zona y hacer un mapeo mental frente a lo planificado.
3. ¿Es aconsejable utilizar el espacio y desplazarnos al exponer?
Muy relacionado con lo anterior se encuentra el manejo del espacio, descrito como la capacidad de utilizar correctamente el lugar en el que se realiza una presentación, lo primero que se debe hacer es obtener una ubicación que te permita mirar al público pero que al mismo tiempo posibilite manipular y mirar el apoyo visual, lo más recomendable es realizar leves desplazamientos lentos y pausados, con pasos cortos; este aspecto va de la mano con la planeación de la presentación, ya que las prácticas posibilitarán contar con el tiempo que nos tomará exponer cada diapositiva, sabiendo en cuál de ellas te es posible desplazarte.
Como ya hemos visto tanto el exceso, caminar constantemente por todo el escenario o balancearse todo el rato en la misma posición, como quedarse absolutamente quieto/a son contraproducentes; intenta relajar tu cuerpo con algún ejercicio (respiración, tensión y distensión de los músculos) antes de iniciar, con ello será más fácil comportarnos como nosotros/as mismos/as, con naturalidad.
4. ¿Y en cuanto a la postura?
Por último, la postura o disposición del cuerpo es otro factor relevante; puedes escoger exponer de pie, sentado/a, o combinar las dos, lo importante es mantener una posición erguida que favorezca la proyección de la voz, los brazos sueltos y libres, los más natural posible, evitando recargar todo el peso en una sola pierna.
Si tienes todo lo anterior en cuenta, prácticas y planificas tus presentaciones tendrás mucho éxito en ellas y lo mejor es que con el paso del tiempo cada vez te sentirás más cómodo/a realizándolas.
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