Apoyo y refuerzo escolar
¿De qué depende que un estudiente requiera refuerzo escolar?
Para muchos padres es sorprendente que sus hijos necesiten refuerzo después de clases, a pesar que el rendimiento académico no sea el deseado. Esta práctica puede presentarse como la solución rápida a una necesidad urgente o la respuesta a las oraciones de algunas madres angustiadas por las dificultades de sus hijos con algunas temáticas. Sin embargo, algunos cuestionan las bondades de esta opción. Analicemos entonces los pros y los contras de clases particulares después del colegio.
Procesos de aprendizaje
Cada persona es única e irrepetible, con habilidades y deficiencias específicas en su proceso de aprendizaje, por lo que inevitablemente habrá algunas asignaturas en las que se presente una mayor dificultad. Como adultos, nos acostumbramos a pensar que todos tienen la misma capacidad, -“si yo puedo ¿por qué mi hijo no va a poder?” o “sí otros pueden ¿por qué él no?” desconociendo las limitaciones propias del niño, y frustrándolo aún más.
Es evidente que, al surgir esta problemática y si no se resuelve puede resultar significativamente nociva para el autoestima del joven; generando en ocasiones estigmas o etiquetas de incapacidad; o más comúnmente, desagrado y aversión a la temática, como dicen los psicólogos, desesperanza aprendida. Haz clic en este enlace para conocer más sobre el refuerzo escolar.
Sobreprotección
Del mismo modo, una subestimación de las capacidades podría generar una sobreprotección exagerada, en la que el muchacho sentirá que no puede sin estar siempre en el acompañamiento y la dirección de un tutor. Sería como una “malcrianza académica”, que contrario al caso anterior podría generar una baja tolerancia a la frustración; sin contar con los enormes costos económicos que esto implica. En resumen, ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre.
La pregunta obvia que surge es: ¿cómo alcanzar ese equilibrio? Y acompañando a esta: ¿hay certeza de cuándo necesita un tutor y horas extras de trabajo? La respuesta a la segunda es mucho más sencilla que a la primera y es… si es posible tener certeza.
Para descifrar este enigma, hay profesionales con la formación y experiencia necesaria para evaluar esta necesidad de manera objetiva y acertada. Por ello se debe acudir a instituciones con amplia trayectoria y recorrido, con personal idóneo, no solo para la evaluación; también para el acompañamiento y la asesoría en las temáticas específicas.
Existen cientos de personas ofreciéndose como tutores particulares y, que durante un tiempo, cumplen con la labor, pero la continuidad del proceso siempre dependerá, primero de contar con la suerte de que sea un profesor con la calidad tanto académica como docente, para lograr transmitir al estudiante los conocimiento y que desarrolle las habilidades necesarias, y segundo de la disponibilidad del profesor. Es por ello que en muchos casos se genera un cambio continuo de docente y nuevamente un rechazo del estudiante al aprendizaje.
Con todo esto, es claro ver que para dar un buen uso a esta herramienta que es el refuerzo escolar, es necesario acudir a quienes más conocen sobre el tema, o la cura puede resultar más cara que la enfermedad.
Ricardo Andrés Gómez.