MEJORAR EL RENDIMIENTO DE TU HIJO EN MATEMÁTICAS.
Es bien sabido que el mundo de la comunicación entre padres e hijos tiene su “ciencia”; pero, ¿qué sucede si una de las ciencias más útiles de todos los tiempos interviene en este mundo?Las matemáticas tienen su lenguaje propio y cuando se incorpora en el leguaje familiar toma matices particulares, lo que dificulta su enseñanza. Si a esto le agregamos la complejidad de su enseñanza, habrá un punto crítico en la comunicación de la relación pare-hijo. Por eso, los profesionales en enseñar matemáticas reconocen al estudiante y el mundo que los rodea, esto les permite desarrollar metodologías estratégicas, no solo para la enseñanza, sino también para que la comunicación se mantenga sin problemas y se genere gusto por la ciencia.
Si bien es necesario que vigile de cerca los procesos académicos de su hijo, no es necesario que asuma un desgaste paterno en la ardua tarea de desarrollar en él competencias matemáticas, ni que esta actividad se convierta en el detonante de malas relaciones.A continuación le presentamos cinco estrategias para una comunicación efectiva, usando el lenguaje matemático:
Conozca el contexto de su hijo:
La música que escucha, la comida que le gusta, qué deportes práctica y, en general, qué actividades hace normalmente; esto le servirá para romper el hielo y saber cómo enfocar la comunicación. Tome ejemplos de su cotidianidad, la venta de discos, las estadísticas de su cantante preferido, los resultados del futbol, etcétera y de esa manera empiece la explicación de los temas.
Evite comparaciones
Evite expresiones : “yo era el mejor de mi clase en matemáticas”, “en mis tiempos sí que se estudiaba mejor”, “si estudiarás como yo…” los profesores de ahora no explican como antes”. Acuérdese que lo importante es el proceso de su hijo, que es diferente al suyo y a las metodologías con las que usted estudiaba.
¿Conoce el lenguaje de su hijo?
Escuche cómo hablan sus hijos con sus compañeros y use un lenguaje similar o por lomenos propio de la edad de su hijo. No es lo mismo ejemplificar con temas actuales a usar temas de antes que el naciera. Ejemplo: Ipod, Android, descarga, globalización, internet, Tablet, etcétera.
¿Qué hay de la tecnología? ¿Ha intentado utilizarla?
Use la tecnología a su favor. En los celulares hay aplicaciones que facilitan la enseñanza, en Play Store encontrará matemáticas bachillerato, matemáticas niños, etc, estas aplicaciones le servirán para cuando su hijo pierda la atención y requiera de un espacio de distracción, sin perder el ritmo matemático.
No presente las matemáticas como un requisito para “pasar el año”, ya que esto genera presión y no interés y, es allí cuando empieza la aversión hacia esta ciencia. Preséntelas como una herramienta para la vida diaria y así les verá su utilidad. Por medio de estas herramientas logrará conectar el lenguaje matemático al quehacer diario de su hijo; esto le ayudará a despertar el interés por esta ciencia y su conocimiento, convirtiendo la enseñanza de matemáticas en momentos de juego o de ir a cine juntos para fortalecer la relación de padres e hijos. Lea aquí nuestro artículo: Cómo educar a mis hijos.
Recuerde inculcar en sus hijos disciplina. Una de las formas es enseñándole rutinas en sus estudios y motivarlos a que las cumplan por medio de incentivos. Ayúdales a crear un hábito en la lectura; hacerlo le permitirá a su hijo desarrollar competencias que le serán útiles en todas las áreas y generar constancia en actividades específicas.